En lo que respecta a la disciplina contable y su aporte al desarrollo sostenible, se evidencia cada vez más la importancia de su área denominada contabilidad social y ambiental que se ocupa de la gestión y transparencia de las interacciones y actividades sociales, ambientales, con los colaboradores, con la comunidad, con el cliente y con otras partes
interesadas de una organización y, cuando sea posible, las consecuencias de esas interacciones y actividades, sobre todo en lo referente a los riesgos positivos y negativos que implican para toda la sociedad.